martes, junio 22, 2010

Que te olvide

Suspiro

-aún te encuentro-

después del ir y venir

en la playa

¿recordás cuando éramos amates?

cuando éramos

antes

yo usaba tu pecho de tabla de surf

el ir y venir

en la playa

siempre era una alternativa

-aún desde tu pecho-

los ojos se pegaban

a la arena

y entonces morían, caracoles

la piel árida

pulida

no derramaba una gota de agua

pero aún hoy

querría

ahora

después de tanto decirte

contarte

el fin de las olas

en esta playa

de caracoles pelados

enterrados como ojos huidizos

atisbables

¿pero entonces el agua, la arena

las metáforas del siglo xix

amor de verano

que duró algunos

varios

veranos de calor

repleta de sal

la lengua

se achica y se estira

un caracol que ha perdido

su casa

se estira frondosa

legua marina

avanza desde la costa

mar adentro

donde el agua es tibia como lava

espumante y opaca

como sangre

de hígado revuelto

mala sangre

todos los veranos

¿pero entonces el motor que llevaba

mar adentro

instintiva

pura pelvis de avance exquisito

el motor que regía

desnuda

regia

apretabas a fondo

como el pie que se oprime cuando nada importa
y se oprime y oprime

la sangre que llega al río

indomable

incontenida

deja atrás un cuerpo entero

desbordado

descosido

con las grietas abiertas

restallantes

como un jarrón chino que de repente estalla

y se rompe

y se arruina

desparramados pedazos de vacío

jarrón vacío

desnudo

afiebrado

murmurando por lo bajo:

que te olvide


(te olvide)

(te olvide)

(te olvide)

(te olvide)

(te olvide)

miércoles, junio 16, 2010

no te llega agua al molino

pero las astas se mueven

giran y giran

bombea

mi molino rojo

de damas camelias

y también de ajedrez chino


Respirar abriendo las fosas

cerrar los ojos

no ver lo que viene es una gran cualidad

y sin embargo

nunca me partieron la boca de un beso

(qué estupidez, los labios ya vienen partidos

se separan con el primer grito al nacer)

si pudiéramos dividir la lengua

seríamos bilingües

o serpenteantes asesinas

después de todo, la asociación está implícita

implicada en nuestro ondular:

Las boas se acercan despacio a su presa, se arrastran, esperan, esperan, esperan -paciencia les sobra- se posicionan cerca y sacan la lengua con un ligero sonido sibilante, apenas entornan los ojos (que nunca desvían de la víctima), retuercen el cuerpo de placer y se lanzan DE GOLPE, sorpresivamente, aun para quienes esperaban el salto. Una vez atrapada la presa, la boa se queda inmóvil, presionando, o de nuevo esperando a que ésta deje de respirar, se separa con un movimiento lento y precavido, y se traga su bocado sin más.


Lo mejor es no dejar sangre en la escena

actuar asépticamente excepto por

el molino rojo que sigue y sigue girando

moviendo los brazos como banderines

es el testigo

la prueba que hay que desaparecer

deberíamos planear cómo matar al molino

aterrizar despacio como una mosca

después de todo, los insectos viven en él

bacterias, hongos, vampiritos criminales que se llenan la boca de rojo

me pregunto para qué

sirven los inventos

si las cosas más simples

siguen siendo imposibles:

matar un insecto

destruir al molino

hachar el árbol

partirle a una la boca de un beso.

Qué estupidez, con una sierra podría

pero entonces si el molino se deja de mover

la sangre no fluye

hongos, bacterias, pequeños insectos adentro mío

quedarían a merced del Gran Cuerpo

con sus luces y sus techos y sus antiparasitarios

renovando

un viejo contrato entre hombres

que todavía le temen a la naturaleza

y siguen esperando

plantar un hijo

escribir un árbol

tener un libro


viernes, junio 11, 2010

Fragmentito

"como aquel sueño recurrente

en el que te hacías pis en medio del aula

y todos miraban

incómodos

ni siquiera una risa

una calidez exterior

sólo el calor corriendo por las piernas

y luego despertarte

mojada

asustada

sorprendida

el uniforme manchado

me gustaría parir de uniforme"